cuarentena, día 84

El otoño transcurre, y el tiempo parece avanzar rápidamente y aún así perdemos la noción del tiempo, dudando qué día es realmente. 

Días soleados, día nublados, algo de calor, algo de frío, la luz por momentos es cálida, por otros es fría, pero de todas maneras hay un aire de melancolía. La música que escucho pareciera herirme cada vez más. Las películas que elijo se sienten aburridas. Veo series completas sin siquiera recordar de qué se tratan. Y tengo 4 libros a medias sobre mi velador, pero elijo otro del librero aunque sé que lo dejaré sin terminar sobre algún mueble.

Han pasado 84 días desde que salí libremente a la calle por última vez, ni siquiera se me había ocurrido que esto pudiera pasar. Está bien, han pasado 84 día y ya debería estar acostumbrado, al enojo, a la rabia, a la depresión que intento controlar, a la ansiedad que me congela cada vez que intento hacer algo nuevo.

Y aprovecho los días de sol recordando cómo solía vivir, y aprovecho los días de sol para pensar en todo lo que debe cambiar en mi vida para poder disfrutar cada día de mi vida. Quizás, aún no lo sé, mejor me preparo otro café y miro por la ventana.